En la sede Carapacho Bajo de la Institución Educativa Los Comuneros, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), a través de la Dirección Regional Chiquinquirá, realizó este martes 13 de diciembre la última jornada municipal ambiental de 2022.
En total se desarrollaron seis encuentros con las comunidades de San Miguel de Sema, Saboyá, Buenavista, Ráquira, Caldas y Chiquinquirá.
“En las jornadas asesoramos a nuestros usuarios en temas como aprovechamiento forestal, licencias y concesiones de agua, entre otros trámites ambientales. Adicionalmente, adelantamos notificaciones, atendimos quejas, requerimientos de información y solicitudes de visitas técnicas”, destacó Jahanna Castro, directora de la Regional Chiquinquirá de la CAR Cundinamarca.
La funcionaria aseguró que en 2023 las jornadas ambientales continuarán en los seis municipios que hacen parte de la jurisdicción CAR en Boyacá.
“Seguiremos llegando a las veredas más lejanas de nuestras localidades para brindar acompañamiento a cada uno de los usuarios en los procesos y trámites ambientales que adelanten con la Corporación, ya que nos interesa trabajar de la mano con la comunidad”, manifestó.
Para Castro, se trata de una estrategia clave, debido que a muchas personas les resulta complejo desplazarse hasta las instalaciones de la Dirección Regional por las largas distancias que deben recorrer.
“Con este tipo de iniciativas acercamos la oficina a la gente y nos conectamos con sus necesidades”, destacó.
En la más reciente jornada, desarrollada con los integrantes de la Asociación de Ganaderos del Altiplano Cundiboyacense y Occidente de Boyacá (Asogaboy) y habitantes de las veredas Carapacho y Balsa de Chiquinquirá, los profesionales de la Corporación explicaron el proceso pertinente para estas concesiones.
Además, explicaron en qué consiste una obra de adecuación hidráulica, pues los asistentes plantearon la posibilidad de adelantar un proyecto de ampliación y adecuación del río Madrón y el Caño Negro, ante los desbordes periódicos que registran estos dos afluentes.
Ernesto González, ganadero de la vereda Balsa Bajo de Chiquinquirá, afirmó que se trata de un proyecto vital para la región, ya que en los últimos 10 años los propietarios de cerca 600 fincas que se ubican en las veredas Sasa, Moyavita, Carapacho y Balsa, en Chiquinquirá, y Puente de Tierra y Vínculo, en Saboyá, se han visto afectados por el desborde de estos dos cuerpos de agua.
“Este sector es principalmente ganadero. En esta área, que es irrigada por el río Madrón y el Caño Negro, puede haber fácilmente alrededor de 20.000 cabezas de ganado. Por esa razón, queremos evitar más emergencias, las cuales suelen ocurrir en temporada de lluvias o cuando se producen aguaceros muy fuertes”, destacó González.
Desde la entidad aseguran que las jornadas municipales ambientales se convierten en una herramienta efectiva para conectarse con las comunidades y trabajar juntos en la búsqueda de soluciones a problemas y conflictos ambientales.