Como una nueva estrategia de la Gobernación para cumplir la meta de vacunar a 387.908 niños y niñas entre 1 y 11 años de edad con el refuerzo de rubéola y sarampión, las secretarías de Educación y Salud expidieron la Circular 149 dirigida a todos los rectores de las instituciones educativas públicas y privadas del departamento, para articularse con las entidades encargadas de desarrollar jornadas de vacunación.
“Teniendo en cuenta que un alto porcentaje de esta población está escolarizada, se requiere la articulación con sus respectivas instituciones educativas en los 116 municipios con el fin de coordinar y concertar la vacunación de los niños y niñas que se encuentran vinculados a los establecimientos públicos y privados, así como a los programas especiales del departamento”, dice el documento.
En igual sentido, la Circular solicita, como actividad complementaria, “la verificación del carné de vacunación de los menores de 10 años, con el fin de identificar los pendientes por la dosis adicional, y canalizarlos a los puntos de vacunación del municipio”.
“La pandemia nos afectó en todos los aspectos. El normal desarrollo del programa regular de vacunación no fue la excepción. Pero tenemos que superar los inconvenientes que sean para garantizarles a los niños la salud. Ya hemos distribuido más de 340.000 dosis de esta vacuna en los 116 municipios y tenemos muchas más, así que no hay justificación alguna para que los niños no se vacunen”, recalcó Paola Linares, subdirectora de Gestión y Promoción de Acciones en Salud Pública, de la Secretaría de Salud de Cundinamarca.
César Mauricio López, Secretario de Educación departamental, dijo por su parte, que “están listas y a disposición las sedes escolares donde las autoridades de salud consideren viable adelantar las jornadas de vacunación. Para nosotros es de suma importancia brindarles a los niños todas las garantías para un regreso seguro a las aulas y para ello el compromiso de nuestros rectores es fundamental”.
Ambos funcionarios advirtieron, sin embargo, que la gran responsabilidad es para padres de familia, acudientes y cuidadores, para que hagan efectivo el derecho a la salud de sus hijos y que del trabajo conjunto depende que todos los niños reciban esta protección a través de la vacunación.