Las intensas lluvias en Bogotá no han sido suficientes para poner fin al racionamiento de agua en la capital. A pesar de las precipitaciones, los niveles de los embalses del Sistema Chingaza, que abastecen gran parte del agua potable de la ciudad, siguen siendo preocupantemente bajos, con apenas un leve aumento registrado recientemente.
El Distrito espera que los niveles de los embalses alcancen al menos el 20 % de su capacidad para finales de abril, pero aún se necesita un aumento significativo en las precipitaciones para lograr este objetivo. Mientras tanto, se sigue invitando a la comunidad a reducir el consumo de agua y tomar medidas de conservación, como duchas cortas y evitar el desperdicio en todos sus aspectos.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ha hecho un llamado a la población para que almacene agua de lluvia en sus hogares y la reutilice en tareas diarias, pero las pocas lluvias en los embalses principales hacen que el fin del racionamiento aún parezca lejano, por eso hay que tomar conciencia en el cuidado del agua que se agota.
