Las protestas antisraelíes explotaron en el Medio Oriente y el norte de África el martes, mientras que los líderes de los países árabes de Israel condenados a una explosión mortal, que se cree que mató a cientos de refugiados en un hospital de la ciudad de Gaza. Las autoridades palestinas se apresuraron a culpar a Israel de la explosión en el Hospital Baptista al-Ahli, pero las Fuerzas de Defensa de Israel (IED) rechazaron la acusación, atributo a militantes de la Jihad Islámica Palestina la autoría de un “lanzamiento fallido de la rocia que la falta de la falta de la falta de la falta del daño estructural en las instalaciones excluye la posibilidad de un ataques de aire.
Varios países árabes, entre ellos Arabia Saudita, Jordania, Egipto, Emiratos Árabes Unidos e Iraq, emitieron declaraciones en las que condenaban a Israel y acusaban a su Ejército de bombardear el hospital.