El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, afirmó que la captación de agua subterránea debe considerarse como una alternativa parcial ante la crisis hídrica que enfrenta la ciudad, pero no como una solución definitiva. A pesar de las lluvias en octubre, Bogotá continúa bajo un plan de racionamiento de agua para asegurar el suministro en los próximos meses.
Galán explicó en una entrevista con Mañanas Blu que, actualmente, la ciudad está extrayendo alrededor de 6.000 metros cúbicos de agua subterránea al día, lo que representa solo el 0.46 % del consumo total de Bogotá. Aclaró que es necesario evaluar cuidadosamente los costos y las licencias para aumentar la captación de este recurso, así como el impacto y la capacidad de esta opción a largo plazo.
El alcalde también destacó que se han realizado esfuerzos para optimizar la planta de Tibitoc, lo que ha permitido reducir la dependencia del sistema Chingaza, que actualmente suministra el 50 % del agua de la ciudad, frente al 70 % anterior. Este cambio ha disminuido la presión sobre los embalses.
Crisis energética y sostenibilidad en Bogotá:
En cuanto a la crisis energética del país, Galán se refirió a las declaraciones del presidente Gustavo Petro y señaló la importancia de avanzar en la construcción de dos plantas clave para la región centro-oriente, a pesar de las preocupaciones de algunas comunidades sobre su impacto ambiental. Aunque reconoció que estas plantas funcionan con carbón y contaminan, subrayó que su funcionamiento es crucial para garantizar el suministro de energía, tanto en el presente como en el futuro.