Hoy, 24 de noviembre, se conmemoran siete años de la firma del Acuerdo Final con la guerrilla de las Farc. También es el primer año completo del gobierno del presidente Gustavo Petro al frente de la implementación del acuerdo, que llega justo a la mitad del tiempo de los 15 años que se estiman para cumplir con lo pactado con la antigua guerrilla.
La llegada de Petro revivió las expectativas frente al acuerdo, porque se comprometió a implementar integralmente lo pactado, a diferencia del expresidente Iván Duque, que no era amigo del acuerdo y que lo implementó su manera. Sin embargo, más de año después, su respaldo al acuerdo se ha desdibujado en medio de críticas y desplantes. El último fue hoy,
Aunque no quedó exactamente acordado cuál debía ser la institucionalidad en el gobierno nacional para implementar el Acuerdo de Paz, desde el gobierno de Juan Manuel Santos se había encargado de esa tarea a una Alta Consejería presidencial. Se trata de un rango que lo pone casi al nivel de un ministerio y le permite articular las diferentes instituciones necesarias para la implementación.
Pero, este gobierno, con la reforma del Departamento Administrativo de Presidencia, eliminó esta consejeria y creo una unidad dentro de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz a liderar toda la implementación. Es decir, le bajó el nivel al cargo y no le dio todas los mecanismos institucionales a su directora, Gloria Cuartas, para poner a andar con velocidad el motor de la implementación.