En Bogotá, se continua trabajando para abastecer a la ciudad del agua, conservando y cuidando estos ecosistemas.
En las imágenes se puede observar un venado muy vivo y radiante. Esto no solo es una muestra de la biodiversidad del Páramo de Chingaza, sino un ejemplo de la recuperación de la principal fuente de abastecimiento de agua para Bogotá y municipios vecinos.
Tanto osos, cóndores y el venado disfrutan hoy de un clima menos seco, con un febrero marcado por más lluvias y niebla y con un panorama diferente al de 2024 para la misma fecha y que ha permitido que el sistema Chingaza tenga hoy más de 45 millones de metros cúbicos de agua adicionales.
Las medidas técnicas adoptadas con el racionamiento, el ahorro de los bogotanos, y un tiempo menos seco nos entregan un panorama más optimista para los próximos meses.