El homicidio de Juan Sebastián Aguilar, un reconocido esmeraldero del interior del país, ha dejado todo un manto de dudas que las autoridades intentan resolver con prontitud. Dentro de los más recientes hallazgos, la investigación ha logrado determinar cómo habría sido el actuar del homicida y el arma que haría utilizado.
El esmeraldero se encontraba en su casa, ubicada en un exclusivo conjunto residencial en Usaquén, norte de Bogotá, cuando recibió un impacto de arma de fuego en el pecho que le dejó heridas de entrada y salida.
Al parecer, habría sido atacado por un hombre que estaba en una zona boscosa junto al conjunto de casas, por lo que, en un principio, el hecho se atribuyó a un presunto francotirador que apuntó desde la distancia.
Sin embargo, esta hipótesis parece no coincidir con los recientes hallazgos, pues coge fuerza la idea de que se trataba de un sicario que carecía de precisión, según pudo conocer Noticias Uno.
El medio citado informó que, aunque de manera preliminar se había dicho que el asesino sería un francotirador que utilizó un fusil de alta precisión de calibre 5,56 milímetros, la investigación ha determinado que en la zona boscosa donde se habría ocultado el hombre, se encontraron vainillas de proyectiles de 9 milímetros.
Los proyectiles no coincidirían y los hallazgos apuntan a que el arma utilizada sería un subfusil como los Colt SMG o las carabinas AR15.
Además, al parecer, el disparo impactó primero en la pared, lo que sugeriría una falta ce precisión.
El presunto asesino sería un exmilitar que además estuvo durante bastante tiempo haciendo inteligencia y siguiendo los pasos del esmeraldero.
Fueron hallados en la zona boscosa elementos como un colchón y una base en la que apoyó el arma.
Además, el crimen pudo haber sido ordenado desde una cárcel en el exterior, según una lista nombres que reveló en exclusiva este diario.