Una y otra vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve la implementación de impuestos saludables, lo que es uno de los puntos más polémicos en las discusiones de reforma tributaria iniciadas por Gustavo Petro.
La organización internacional de la salud explica que: “El consumo de estos productos es un factor de riesgo importante para diversas enfermedades no transmisibles (ENT), incluidas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes.
En su momento, el presidente de la República, Gustavo Petro, consideró prioritario el tema, pero parte de la discusión se centró en que los alimentos más sanos suelen ser más caros, por lo que esto podría impactar especialmente en los hogares más vulnerables.
Para las bebidas azucaradas
Si la bebida tiene menos de 6 g de azúcar por cada 100 ml, no le aplicaría impuesto durante los primeros tres años.
Si la bebida tiene de 6 g a 10 g de azúcar por cada 100 ml, le aplicaría un impuesto de $18 a $28.
Si la bebida tiene más de 10 g de azúcar por cada 100 ml, le aplicaría un impuesto de $35 a $55.
Así mismo, las carnes frías están incluidas en el listado por su alto nivel de sodio, estos son: los perniles, el salami, el pepperoni, las preparaciones de pavo y de pollo, las albóndigas, las empanadas de carne, las salchichas, el jamón.
Y también entran varios dulces, como lo son los chicles, las gomitas, las mermeladas, los masmelos, las barras de cereal, las tortas, los alfajores, las papás fritas, los patacones, los chicharrones, las brevas y los duraznos en almíbar, los helados, los brownies.