El acuerdo de Barbados permite la eliminación de las sanciones energéticas contra Venezuela, lo que significa que Caracas mantiene conversaciones con media docena de empresas multinacionales con el objetivo de restablecer su producción petrolera.
La concesión ofrecida por Estados Unidos espera, a cambio, un compromiso del Gobierno de Nicolás Maduro con la celebración de elecciones presidenciales libres y verificables, sin derecho de veto contra los candidatos, y en el marco de una amnistía para más de 300 presos políticos en el país. país, a lo que no hubo respuesta en Caracas.
El presidente de Petróleos de Venezuela, Pedro Tellechea, dio la bienvenida al capital internacional. Además de Repsol y Eni, que cooperan desde hace tiempo con Venezuela en proyectos de gas, las empresas francesas Maurel y Prom han anunciado que reanudarán sus operaciones en el lago de Maracaibo. Caracas ha confirmado un proyecto conjunto de petróleo y gas con la colombiana Ecopetrol.
Algunas empresas privadas venezolanas, como Suelopetrol, han manifestado su voluntad de invertir en pozos y han presentado propuestas al Ejecutivo para aumentar la producción de crudo ligero.