El estallido hace ya un mes de un nuevo conflicto entre Israel y Hamas, que al momento ha demostrado una violencia inusual incluso para los niveles de este enfrentamiento histórico, está acaparando la cobertura global y el mundo, agotado por las eternas novedades bélicas de Ucrania, parece adentrarse en otra guerra de alcance impredecible.
Han sido semanas de caos y furia, luego de que los combatientes de Hamas lanzaran el 7 de octubre un brutal ataque |terrorista por aire, en la forma de miles de cohetes, y por tierra, ejecutado por grupos armados que asolaron el sur de Israel, matando a 1.400 personas y secuestrando a 242 civiles israelíes y extranjeros.
Casi desde el comienzo, Israel se declaró en estado de guerra y comenzó a bombardear objetivos de Hamas en la populosa Gaza, habiendo matado hasta el momento a más de 10.000 desde el inicio del conflicto, según cifras del Ministerio de Salud controlado por Hamas.
Dos día después del ataque, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron haber finalmente retomado el control de las comunidades israelíes en torno a Gaza que fueron atacadas, pero la guerra, que el primer ministro Benjamin Netanyahu auguró será “larga y difícil”, podría estar entrando en una nueva fase.