La Cámara de Diputados de Argentina aprobó parcialmente la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, impulsada por Javier Milei, reduciendo su alcance de más de 600 a 300 puntos. Dentro de esta reforma laboral se introduce la figura de los trabajadores “colaboradores”, quienes no contarán con derecho a indemnización por despido al no existir una relación de dependencia con la empresa. Este modelo busca flexibilizar el mercado laboral y fomentar emprendimientos productivos, pero ha generado polémica debido a la incertidumbre sobre la seguridad laboral de estos trabajadores.
Además, se propone una privatización de las indemnizaciones por despido, donde el empleado deberá costearlas a través de un fondo de cese laboral, estableciendo así un nuevo sistema de compensación al finalizar la relación laboral. Esta medida busca incentivar una mayor responsabilidad económica por parte de las empresas y los empleados en el proceso de contratación y terminación de contratos laborales. Sin embargo, plantea preocupaciones sobre la protección de los derechos de los trabajadores en caso de despidos injustificados o irregulares.
Por otro lado, la reforma también contempla una amnistía laboral para facilitar la regularización de las relaciones laborales, ofreciendo condonación de al menos el 70% de las deudas de los empleadores a la Seguridad Social. Este incentivo busca promover la formalización del empleo y mejorar la protección social de los trabajadores en el país. Sin embargo, su implementación efectiva y su impacto a largo plazo en la economía y el mercado laboral aún son temas de debate y preocupación entre diferentes sectores de la sociedad argentina.