El presidente Gustavo Petro reafirmó su decisión de impedir la demolición del Hospital San Juan de Dios en Bogotá, destacando que las sentencias judiciales ordenan restaurar el edificio y no demolerlo. A través de su cuenta en X, explicó que la decisión de un interventor del Gobierno Nacional, tomada el 22 de agosto, puso fin al contrato de reconstrucción del hospital porque no cumplía con su propósito original y no consideraba la autorización del Ministerio de Cultura para la demolición.
Petro subrayó que su administración no permitirá la demolición y se comprometerá a restaurar el hospital conforme a la ley. Esta postura ha generado un conflicto con el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, quien considera que la decisión pone en peligro la salud de millones de ciudadanos y podría resultar en pérdidas económicas para la ciudad. Galán ha advertido que tomará medidas legales contra quienes perjudiquen los recursos de la capital.