Ocho soldados israelíes, incluido un capitán, fallecieron este sábado durante una operación en Rafah, al sur de Gaza, en lo que constituye el día más mortífero para el Ejército israelí desde enero. El capitán, Wassem Mahmoud, de 23 años, era el subcomandante del Batallón de Ingeniería 601. Según confirmó el Ejército a EFE, otros siete soldados también perdieron la vida en este incidente y sus familias han sido notificadas.
Este es el mayor número de bajas sufridas por las fuerzas israelíes desde el 22 de enero, cuando 21 soldados murieron al colapsar dos edificios durante una operación terrestre en Gaza. Las brigadas al Qasam, brazo armado de Hamás, reivindicaron el ataque como una emboscada contra vehículos enemigos en Tal al Sultan, oeste de Rafah. Según Hamás, utilizaron un proyectil Al Yassin 105 para atacar un vehículo blindado ‘Namer’, provocando su incendio y la muerte de los militares.
El Ejército israelí también está investigando la posibilidad de que la explosión se debiera a minas almacenadas dentro del vehículo, aunque generalmente estas se cargan en el exterior para minimizar el riesgo a los soldados. Durante el día, las fuerzas israelíes realizaron numerosas incursiones y ataques aéreos en diferentes puntos de Rafah, que se ha convertido en el epicentro de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza desde el 6 de mayo.
El lunes, cuatro soldados más murieron en Rafah debido a una explosión en un edificio plagado de explosivos, que también contenía una boca de túnel. Desde el inicio de la operación terrestre en Gaza, el Ejército israelí ha perdido 307 soldados y ha registrado al menos 1.500 heridos. Contando el ataque de Hamás del 7 de octubre, el total de bajas asciende a más de 620.
En Gaza, desde el 7 de octubre, 37.296 personas han muerto y 85.197 han resultado heridas, con un 70 % de las víctimas siendo mujeres y niños, según el Ministerio de Sanidad del enclave, administrado por Hamás.