Un gol de Nicolás Otamendi al minuto 63 le dio el triunfo a Argentina sobre un Brasil que no levanta cabeza y perdió su primer partido como local en la historia de la eliminatoria al Mundial.
La selección argentina se llegó a retirar a los vestuarios y regresó al campo después de ausentarse 17 minutos tras desatarse la pelea y ser reprimida por la policía.
Los incidentes comenzaron cuando los altavoces del estadio de Río de Janeiro reproducían el himno argentino y se desató una pelea entre algunos aficionados brasileños y visitantes que se extendió por varios minutos.
Miembros de la delegación argentina también intervinieron luego de que algunos aficionados aparecieran sangrando al parecer por la represión policial.