La red empresarial de Melgar, un municipio clave en la región oriental del Tolima, ha expresado su preocupación por la notable reducción en el número de turistas que visitan la zona. Este descenso en el flujo turístico, especialmente de visitantes provenientes de Bogotá y el centro del país, se atribuye a los prolongados tiempos de viaje ocasionados por las obras de ampliación en la carretera Bogotá-Girardot.
Las obras en esta vía principal, que incluyen la construcción de un tercer carril, han extendido significativamente los tiempos de desplazamiento, haciendo que el recorrido entre Cundinamarca y el oriente del Tolima pueda superar las seis horas. Esta situación ha generado frustración entre los viajeros y ha impactado negativamente a Melgar y a otros municipios cercanos, como Carmen de Apicalá, Icononzo, Cunday y Villarrica, que también dependen del turismo.
El diputado tolimense Julio Morato ha señalado que las interrupciones en la vía, con frentes de trabajo que permanecen cerrados, han agravado la congestión vehicular, desalentando a los turistas de visitar la región. Esta situación ha afectado directamente a la economía local, dependiente del turismo, especialmente ahora que se aproxima la temporada de fin de año, un período crucial para la activación económica en el oriente del Tolima.
Ante este panorama, la clase política del Tolima ha hecho un llamado al Gobierno Nacional para que se consideren y se implementen alternativas que alivien los problemas de movilidad y así asegurar que el turismo continúe siendo un motor económico para Melgar y los municipios aledaños. “Todos los habitantes de Melgar estamos sintiendo esta disminución en nuestro día a día”, añadió Morato, subrayando la urgencia de una solución antes de la temporada alta de fin de año.