A través del decreto 1372 expedido este miércoles 13 de noviembre, el Gobierno Nacional confirmó la declaratoria de desastre nacional que ya había adelantado el presidente Gustado Petro hace unos días.
El Gobierno declara la situación de desastre por un período de 12 meses, que se podrá prorrogar por otros 12 meses más, previo concepto favorable del Consejo Nacional para la Gestión del Riesgo. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres elaborará un plan de acción para la rehabilitación y reconstrucción de las áreas afectadas, que será “de obligatorio cumplimiento por todas las entidades públicas o privadas que deban contribuir a la ejecución”, señala el artículo 4 del decreto.
El Fondo Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres manejará los recursos para la respuesta y recuperación del desastre declarado, mediante una subcuenta temporal denominada Subcuenta Variabilidad Climática 2024, creada para el efecto por la Junta directiva. Eso se hace, se explica en el artículo 6, con el fin de mantener separados presupuestal y contablemente los recursos destinados a atender la emergencia. Se espera que, inicialmente, el Gobierno destine $1.7 billones para las primeras ayudas.
¿Qué llevo a esta declaratoria?
La situación que ha vivido el departamento del Chocó durante las últimas semanas ha sido especialmente difícil. Según monitorea el Gobierno, las lluvias del 9, 10 y 11 de noviembre de 2024 presentadas en este departamento generaron emergencias principalmente por inundaciones en 25 municipios con reporte de afectación preliminar de 37.577 familias, 187.885 personas, 4.337 viviendas, 18 colegios y 1.487 hectáreas.
“En consecuencia, el departamento de Chocó se ve inmerso en un dinamismo de la emergencia que puede desestabilizar el equilibrio existente y generar nuevos riesgos y desastres; así como en una tendencia de la emergencia a modificarse, agravarse en otras poblaciones o a perpetuarse; y la capacidad o incapacidad de las autoridades de cada orden para afrontar las condiciones de la emergencia”, se lee en el decreto.
Sin embargo, Chocó no es el único departamento afectado. El reporte de emergencias del segundo semestre de 2024 indica que se han registrado 1.666 eventos climáticos, entre ellos incendios forestales (60%), vendavales (14%), deslizamientos (11.2%) e inundaciones (10.4%). El 40% de todos esos eventos se desarrollaron entre el 10 de septiembre y el 12 de noviembre de 2024 y ya ocasionaron la muerte de 5 personas, 37 heridos, 2 desaparecidos, 88.268 personas afectadas, 180 viviendas destruidas, 11.503 viviendas averiadas, 61 vías afectadas, 6 acueductos, 8 alcantarillados y 58 centros educativos afectados, entre otras.
De hecho, y a pesar de esta declaratoria, que es de carácter nacional, durante el presente año se han emitido 357 declaratorias de calamidad pública, 22 de nivel departamental y 335 municipales, siendo la más numerosa por temporada seca, con un total de 165, y por temporada de lluvias, con un total de 138.
Pronóstico de lluvias para Colombia
El informe de predicción climática de corto, mediano y largo plazo presentado el pasado 18 octubre por el IDEAM señala una probabilidad del 71 % de ocurrencia de la fase La Niña durante el trimestre octubre diciembre de este año. La Niña es un fenómeno climático que se caracteriza por el enfriamiento anómalo de las aguas del océano Pacífico ecuatorial central y oriental. Este fenómeno tiene un impacto significativo en los patrones climáticos globales, alterando las condiciones meteorológicas en varias regiones, incluyendo Colombia. Durante una fase de La Niña, es común que se presenten lluvias más intensas de lo normal en muchas áreas del país, especialmente en la región Andina, el Amazonas y el Caribe.
El IDEAM prevé que la fase de La Niña podría persistir hasta el primer trimestre de 2025 (enero-febrero-marzo), con una probabilidad del 60%. Se estima que podría alcanzar su fase de madurez durante el trimestre noviembre-diciembre-enero, con una probabilidad del 75%. En el decreto expedido este miércoles, el Gobierno señala que el comportamiento de las precipitaciones en 2024 ha mostrado anomalías significativas, lo que ha incrementado los riesgos en los suelos, ya sea por exceso o déficit de lluvias.
Esto, agrega el ejecutivo de Gustavo Petro, ha provocado la materialización de dichos riesgos, especialmente en áreas rurales, afectando gravemente tanto los asentamientos humanos como la infraestructura local. “Las variaciones climáticas intraanuales complican la planificación y gestión de los recursos hídricos, lo que incrementa la probabilidad de que se materialicen riesgos en diversos sectores y comunidades”.